Sonrió para evidenciar que había hecho una broma. La recepcionista torció un poco un lado del labio hacia arriba, solo un poquito, en una expresión que podría haber parecido diversión. Se dio cuenta de que no tenían nada más que decirse y notó que a la recepcionista le gustaría mucho que se fuera, así que Oliver salió de la habitación cogiendo con fuerza su carpeta. Una vez en el pasillo, la abrió y empezó a estudiar el mapa, en busca del aula de inglés y de su primera clase. Estaba en el tercer piso, así que Oliver fue en dirección a las escaleras. Allí, los chicos que se daban empujones parecían hacerlo más. Oliver se dejó llevar dentro de un mar de cuerpos, empujado hacia las escaleras por la multitud más que por su propia voluntad. Tuvo que abrirse camino a la fuerza dentro de aquel