Sarah Sarah escuchaba con atención lo que decía Dimitri, si el pensaba que era una inofensiva gatita estaba equivocado. Resulta ser que Sarah si se lo proponía podía ser su dolor de huevos solo por diversión y tenerla encerrada en una mansión gigante no la pondría de buen humor. Ella sonreía por dentro pensando en las cosas que haría para volverle la vida miserable. O la liberaba o lo volvería loco. __¿Entiendes lo que te digo? Es importante que sigas las normas de la casa y si nos tratamos con respeto hasta nos podemos llevar bien. Es cuestión de tiempo, me amarás muy pronto. Seré bueno contigo si tú haces lo mismo por mi." Troglodita ¿Quien mierda se cree que es? __No. __ Que bien... Espera ¿Que?__ Que lindo es cuando se sorprende. __ Dije que no. A toda la mierda que acabas de dec