Pero también estaba el niño, no quería separarse de él, era su hijo. O quizá, ese precisamente era el camino para llegar al corazón de la madre. Tendría que planear muy bien sus pasos y si era necesario, seguiría a Helena a la capital o hasta el fin del mundo. Mario estaba perfectamente capacitado para hacerse cargo de todo en su ausencia, aunque por otra parte, casi era seguro que se empeñara en acompañarlo. Entonces tendría que capacitar a alguien de la Hacienda para hacerse cargo de todo. Demasiados contratiempos y poco tiempo para resolverlos, si sus cálculos no fallaban, Helena estaría en perfectas condiciones para viajar en tres o a lo mucho cuatro días. Podía haberse pas