-Pero papá - intenta defenderlo - él es un hombre muy ocupado - intenta defenderlo, él conde frunce el ceño mientras toma de su té mira a su hija intentando definir sus actos. -Charlotte, él puede ser muy príncipe y un hombre muy ocupado pero creéme cuando te digo que los hombres cuando nos enamoramos hacemos hasta lo imposible por complacer a nuestra princesa - ella se atraganta con el jugo - hija, te reitero que podemos irnos cuando quieras, mira ya vendí una de las empresas y ahora comienzo a tener la suficiente solvencia económica como para que los dos nos vayamos, yo iría un tiempo pero tú te puedes quedar a vivir allí. Te prometo que está vez iré a visitarte muy seguido, tanto que no notarás mi ausencia. -Papá no - lo toma de la mano después de limpiarse con la servilleta - sé que