A las cinco de la tarde salió Valentina, lista para montar a caballo; ya Carlos la esperaba, con su caballo ensillado. Karina, contemplaba la escena, sin mucho entusiasmo.
—Ya estoy lista, Carlitos, para montarme en el caballo —le dice valentina, un poco nerviosa— dime que tengo que hacer; mucho cuidado si me dejas caer.
—Tranquila valentina —le dice Carlos, acercándola al caballo— pon tu pie derecho en el estribo, luego tomas impulso para subir, pasando la otra pierna hacia el otro lado, pero antes te agarras del pico ese que esta sobre la silla; yo te ayudo.
—Bien, allá voy — dice Valentina muy nerviosa—a la una, a la dos y a la treeees; ¡Bieeeeeeeen, lo logreeee! —grito muy emocionada, mientras se acomodaba sobre la silla.
—Muy bien , Valentina, ahora voy yo —le dice el— préstame e
