La misma tarde Londres Tessa Es un hecho que a lo largo de la vida conocerás miles de personas, pero la primera impresión determina si puedes empatizar o aborrecerla. En el primer encuentro, haces un paneo rápido, esperando que sus gestos puedan describir su esencia. Observas cómo mueven las manos al hablar, si mantienen el contacto visual o desvían la mirada, si su sonrisa parece genuina o forzada. Cada detalle, por pequeño que sea, contribuye a formar una imagen en tu mente sobre quién es esa persona. Sin embargo, lo extraño ocurre cuando, a pesar de tus mejores esfuerzos, no logras descubrir quién es realmente esa persona. Es como si llevara una máscara que oculta su verdadero rostro, y por más que intentes ver a través de ella, te quedas con la incómoda sensación de que algo no enc