bc

Ahora soy mala

book_age18+
1.2K
FOLLOW
10.0K
READ
adventure
revenge
scandal
independent
decisive
boss
billionairess
drama
city
addiction
like
intro-logo
Blurb

La Leona tendrá nuevos obstáculo y secretos por descubrir, sigue su búsqueda incansablemente del hombre que le quito lo más preciado de su vida. Metida en un mundo que está diseñado para hombres, rodeada siempre de hombres crueles, fríos y sanguinarios tiene que demostrar su valía como mujer fuerte y tenaz como su padre la entrenó desde una temprana edad.

El gran tiburón blanco seguirá envuelto en el hechizo del amor en el que Magdalena lo atrapó, tendrá que ir en busca de su reina y pasar los obstáculos que sus celos les pondrá en el camino.

¿Podrá Magdalena perdonar engaños?

¿Cazará o será cazado el tiburón blanco?

¿Es el amor que se tienen más fuerte que cualquier piedra en sus caminos?

chap-preview
Free preview
1 - DESPEDIDA
MAGDA Río de Janeiro 6 meses después. Tengo ocho semanas semanas en las favelas de Río de Janeiro, son personas amables y alegres en su mayoría. Aunque todo es una lucha de poder, de comida, de supervivencia. Hacer lo que sea para sobrevivir. Me recuerda a mi país en tantas cosas, tan sumergidos en subsistir que dejan de vivir. Aunque mi país esta en peor situación. Los niños son lo más hermosos e inocentes de este lugar, las mujeres con su tumbao y sus cuerpos endiabladamente curvilineos, la música y la humanidad detrás de tanta hambruna, lucha y tristeza, hay gente especial, bonita, fuerte, decidida como dos mujeres maravillosas que conocí en el centro de las favelas. El como llegué aquí es la mejor parte, Gérald se volvió mi perro guardián y mi amigo en todos estos meses. He sabido poco de Marco, Hamza no deja que se acerque a mí mientras termino con mi misión, con Hamza de mi lado tengo recursos ilimitados, pero decir que Elijah es escurridizo es decir poco. Ese cabrón esta tratando de hacerse de conexiones en todo el maldito mundo para matar a Hamza, intenta quitarle los acuerdos comerciales por las rutas. Yo he deshecho la mayoría de sus intentos. Desafortunadamente no todos. Ha mandado infinidades de hombres tras de mí y ninguno regresa. No estoy sola, me siguen un séquito de veinte hombres a mi cargo que me asignó Hamza y que yo misma he entrenado. Hombres que pensaban que un arma les daba todo, pero hay más en la vida ahí fuera. Si los desarmaban se rendían con una facilidad pasmosa, quedaban muertos en un fuego cruzado y eso que todo era entrenamiento, así que les mostre un poco de todo, en todas las ciudades de todos los países que visitamos hemos entrenado, han sido tantas ciudades que he perdido la cuenta. Primero visite Moscú y pueblos aledaños como Rostov, Súzdal y Úglich, al parecer para poder pasar sus drogas a España deben pagarle un porcentaje a Hamza porque el mueve toda España y parte de Europa, así que forjaron una alianza entre Polonia, Rusia, Japón y España. Al menos esas son las más importantes porque se que hay muchos países más. Las personas que nos atacaron en esa granja hace seis meses fueron los de la Bratva, al parecer llegaron a un acuerdo con Elijah a cambio de hombres y dinero. ¿Qué como lo sé? Respuesta: yo misma los torture. Les mande a quitar la ropa, los ataron a una silla y empecé por sus muelas, parece que esa es mi firma. Fueron duros para hablar, duramos horas en los interrogatorios, les quite la pequeña pastilla de cianuro que tenían para estos casos extremos, como en la vieja Unión soviética, pero al final lo hice, los quebré y cantaron como dóciles pájaros. Pobres imbéciles, los he matado y desaparecidos a todos. A todos y cada uno de los hombres que Elijah ha mandado para matarme. Ha Hamza le encanta mi modus operandi, no dejo rastros, ni testigos, es lo más sensato de hacer. Me hice unos tatuajes con las palabras de hope y faith en mis muñecas con la fecha de nacimiento y muerte de mis hijas. También tatue un árbol de cerezo en blanco y n***o, excepto sus hojas que son de colores blancas y rosas, desde mi muslo izquierdo, parte de mi espalda, pasando por mi cadera y subiendo hasta mi cintura, eso me lo hice aquí en Brasil. Los de mis hijas los hice en España antes de irme. Tuve reuniones con la mafia de Polonia. Peleas en Haití para ganar su respeto. Viaje a México e hice conexiones con sus capos. Es difícil hacer un camino labrado en medio de tantos hombres que creen que las mujeres somos inútiles y solo servimos de adorno. Sabemos que eso no es así, doblamos nuestras fuerza y somo mejores en tácticas, usamos nuestros atributos a nuestro favor, pero, estos hombres piensan que nacemos sin cerebro y sólo sabemos gastar y que solo servimos para abrir las piernas, conmigo se encontraron una pared que no pueden tumbar. Extraño a horrores a Marco, Alessandra y Camila, no se que hace exactamente Hamza para tenerlo a raya, en una de sus llamadas me dijo que no estaba molesto por lo que paso esa noche, pero que si me iba a surrar por alejarme de él y un gemido escapó de mis labios al oírlo. Luego colgué. —Niña, pero llevo más de dos minutos hablándote y tú en un plano astral— dice Irasema. —Irasema, me voy mañana al amanecer— digo saliendo de mis pensamientos, es la única que conozco que habla español. —Entonces hay que despedirte como Dios manda— aplaude mientras le grita a la vecina. —Lara ven, que Magdalena se nos va— habla en su lengua materna portugués. —Pero ¿Cómo que se va garotinha¹? — Lara responde en el mismo idioma. —Hay que despedirla con una gran fiesta— me ve y dice —¿sabes que a Paulo no le va a gustar eso?— añade Irasema, Lara entra en la pequeña y acogedora casa. —No estoy aquí por Paulo— volteo los ojos —estoy aquí por trabajo. —Con Paulo— termina Irasema —sabes que es el dueño de las favelas y de toda Brasil. Lo sé, cuando vi a Paulo en el aeropuerto casi me caigo de culo, tiene la piel oscura, tostada por el sol y los ojos claros, unos dreadlocks en su cabello oscuro y recogido en un moño de manera extraña, es delgado del modo atlético y es un experto en el Capoeira. Es una delicia para la vista, hasta que abre su gran y estúpida boca, pero es un buen hombre dentro de lo que cabe. Cuando él me vio lo primero que hizo fue ofrecerme su cama y lo primero que hice fue romperle el tabique. Luego de eso no me dejó en paz, aunque con cierto respeto, dice que jamás forzará a una mujer porque proviene de una. Su mamá es un amor y cocina como los dioses. Amo la comida y la de Brasil se ganó un pedacito de mi corazón. En este país hace tanto o más calor que en el mío, así que estoy en unas chanclas sencillas, un short de jeans que apenas tapa mi trasero y una camiseta de tirantes y aun así estoy sudando, una gota de sudor rueda por mi clavícula pasando por el canalillo de mis pechos llegando al paraíso. Llega Gerald acompañado de los chicos y otros hombres de las favelas, mi trabajo terminó ayer así que me retiro. Además Topo tiene información de que vieron a Elijah en Nagoya, Japón me lleva mucha ventaja, hablar con los Yakusa es un problema, son unos machistas de mierda. No se como entrarles, si va hacer como en Rusia, ya lo vi claro. Llamo a topo para verificar nuestra ida. —¿Cómo estas papasito?— saludo alegre —Bien pequeña saltamontes— suelta una risita —¿qué necesitas? Recuerdo la primera vez que lo vi en la granja, se disculpo por hablarme mal por teléfono y Halim Marrash era el tercer hombre que acompañaba a Hamza ese día. —Toda la información de la Yakuza, completa y actualizada, una ducha, y las famosas tortillas españolas de Camila. —Lo primero dame una hora y la tendré lo envío a tu correo encriptado, lo segundo bañate no seas asquerosa mujer…, ve, duchate y la tercera y última, pero no menos importante, para eso necesitas regresar— exclama riéndose. —Elijah es muy escurridizo, el jabón se queda pendejo. —Bueno, si solo necesitas eso… —No, espera— respiro hondo —puedes… Antes de terminar mi frase la llamada fue transferida a Marco, dos tonos y contestó. Escuchar su voz gruesa y ligeramente ronca me vuelve un charquito en el piso. —Negra— y siento que mis pulmones se llenan de aire puro nuevamente. —n***o…— mis ojos se cristalizan mientras escucho su desesperada frustración. —Ya vienes ¿no? —Mañana parto a Japón, vieron a Elijah en Nagoya. —Nena te lleva muchos días de distancia, se que en Brasil todo se complicó— escucho como lo dice con dientes apretados —Hamza tuvo que amarrarme para que no fuera a ti— suspira —es más se acabó, voy para allá. —Lo veo…, exagerado— sonrió imaginandolo, pero no respondiendo a su exigencia de verme. Luego entran las chicas nuevamente a la casa con música en sus teléfonos moviendo las caderas. —Cuelga eso, te vamos a preparar para la fiesta— chasquea la lengua Irasema, moviendo las caderas en un vaivén sexy. Son las dos de la tarde, pero estas mujeres tardan un mundo en arreglarse. Principalmente porque sólo beben, bailan y hablan. Por el auricular escucho a Marco algo molesto y frustrado. —¿Fiesta? ¿Qué Fiesta, Magdalena? —Las chicas quieren despedirse, no pude decir no— me disculpo —Mañana te llamo besitos, mi n***o— y cuelgo antes de que replique. Las chicas hacen bebidas espirituales, que de espirituales nada, es como un ponche a base de ron, luego hacen un moño intrincado con trenzas en mi cabello de manera espectacular, seguimos bailando y bebiendo mientras ellas se peinan y maquillan. De último me pongo un vestido corto y dorado de lentejuelas con toda la espalda descubierta y con cuello alto. Cuando dan las diez de la noches todas estamos listas y algo borrachas por tanto elixir/ponche. —Deja dos centinelas pendientes— le ordeno a Gerald —todo puede pasar en unas horas de fiesta— puedo ir a festejar, pero no olvido mis obligaciones. —Igual estas armada. —Lo sé, pero hazme caso. Solo asiente y se va. Me terminó de colocar unos tacones y mis correas en los muslos con mis cuchillos especiales y salimos. En toda la noche escuchamos samba, regueaton y salsa. Estas personas son muy rumberas y siempre estuve bailando con las chicas o con algunos de los nuestros. El acuerdo con Paulo estaba listo, nos llevó más que de costumbre solucionar todo, porque no creían a una mujer capaz de coordinar nuevos tratos, este no era mi trabajo, solo quería cazar a Elijah, pero a medida que pasaba el tiempo se vuelve más habilidoso. Hay hombres que no han querido negociar conmigo y se esconden de mí y principalmente de la ira de Hamza, pero son peces pequeños en un mar de tiburones. Le aconseje a Hamza que los caze y los exterminé lo antes posible, las ratas se multiplican a una alta velocidad y luego puede ser tarde. Quien lidera el mundo son la Yakusa, la Bratva, los italianos y Hamza con su corporativo, también están los países más pequeños que no son menos importantes, pero, son los proveedores de droga como Colombia, de mujeres para las trata de Blanca como Venezuela, Polonia México y, muchos más y luego están las armas, de eso en parte se encarga Brasil y Japón con sus organizaciones unidas ellos están jodidos. Si nos quitan a la Yakusa eso podría empezar a ser un problema. Todo comenzó en Rusia, cuando llegue a Moscú sólo fue con la intención de saber del paradero de Elijah pero, el jefe de la Bratva, Motka Belikov me truncó todo.

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook