Me arreglé lo mejor que pude seguía pensando a qué se refería Julius con esa frase de "ponte algo lindo" me chocaba pensar en eso por esa razón me tardé tanto ya eran pasadas las 10:00 pm y y todavía estaba eligiendo algo que ponerme, es que me sentía insegura pensaba que mi ropa no me quedaba bien y todo por culpa de ese idiota, pero lo dejaría con la boca abierta, me coloqué unos jeans ajustados negros, una blusa blanca y por encima una chaqueta de cuero negra también me coloqué botas negras y dejé mi hermosa melena suelta. El maquillaje lo deje lo más natural posible y lista para la acción.
Salí de mi habitación y caminé unos pasos comencé a bajar las escaleras y Connor estaba en el sofá recostado revisando su teléfono celular, yo me paré a su lado y carraspe. Él alzó la mirada y abrió los ojos de par en par, pero luego disimuló para que yo no me diera cuenta que estaba sorprendido.
–Te ves bien.– dijo en un tono sin interés. Me encogí de hombros ignorando su comentario.
–Si, bueno ya vamonos la fiesta era a las 10 y son las 11.– se levantó del sofá y camino adelante yo miraba sus pasos firmes y su gran espalda que me provocaba tocar para sentir la firmeza de sus músculos... ladee mi cabeza para dejar de pensar en ello y me concentré en otra cosa.
Al salir estaba en la motocicleta y yo me acerqué para subir con él, me miró como esperando algo y entonces entendí que debía apretar su cintura, eso hizo que una corriente eléctrica recorriera mi espina dorsal, suspiré profundo y lo rodeé con mis brazos él encendió la motocicleta y comenzó a conducir hasta la casa de Julius.
Cuando llegamos pude ver muchas personas afuera de su casa, habían luces y música alta, la verdad me sentía muy nerviosa y le pedí a Connor que fuera conmigo. Cada paso que daba todos se me quedaban viendo no entendí porque hasta que una chica habló en un susurro a otra que estaba a su lado.
–Mira, esa chica es demasiado hermosa parece modelo y su novio está buenísimo.– yo abrí los ojos y miré a Connor quien. estaba ahogando una risita burlona al ver mi expresión, el también había escuchado que todos pensaban que era mi novio. Yo negué con mi cabeza y comencé a buscar a Julius.
Llegamos a la parte de atrás y había una gran piscina y muchas personas en ella otros bailaban o jugaban a voleibol. Escuché la voz de Julius y volteé para verlo cerca de la piscina traía muy poca ropa solo unos shorts y su torso descubierto pude ver un tatuaje que tenía en su brazo derecho, era algo parecido a un dragón c***o, eso me pareció muy sexy. Él se acercó a mi y me saludó con la mano para no mojarme, su cabello chorreaba y su cuerpo mojado lo hacían ver tan atractivo que debí voltear a otro lado.
–Que bueno y llegaste, pensé que no vendrías.– yo sonreí nerviosa porque Connor estaba detrás de mi.
–Te dije que vendría.– él asintió y miró por encima de mí hombro a Connor.
–También has traído a tu guarda espaldas.– yo volteé y Connor tenía mala cara no le gustó que lo llamarán así.
– Él no es mi guarda espaldas, es amigo de mi papá y vino para acompañarme.– Julius le restó importancia y me tomó de la mano para llevarme a ver el lugar yo miré a Connor quien hizo un gesto de mal humor y se fue a dar una vuelta.
Me llevó a una parte donde estaba una mesa, dos personas de pie y otras los rodeaban gritando y haciendo algarabía. Yo sentí curiosidad y el sonrió.
–Ya verás.– fue su única respuesta.
Cuando estuvimos más cerca pude ver mejor de que trataba, era una mesa de ping pong y de cada lado tenía una línea de vasos jugaban a quien podía meter más pelotas de ping pong en los vasos del otro y quien lo pudiera lograr su contrario debía beber el contenido del vaso.
–¿Quieres jugar?– yo me encogí de hombros.
–No lo sé jamás había jugado ese juego–
–Es muy fácil solo observa lo que hacen lo único que debes hacer es meter más pelotas en los vasos de tu contrario.– yo asentí y ambos nos acercamos a la mesa y él de colocó de un lado y yo del otro lado.
–¿Estás lista?– yo asentí y comenzó el juego él fue quien empezó y lanzó la primera pelota a la línea de vasos frente a mi. acertó y yo tomé el vaso saqué la pelota y bebí el contenido... Al probar ese sabor amargo y desagradable lo escupí de inmediato y todos comenzaron a reír.
Yo me sentí apenada porque no sabía que era alcohol, jamás en mis 17 años había tomado.
–¿Que sucede chica lobo es muy fuerte para ti?.– que me dijera así delante de todos me hizo enfadar, así que negué con mi cabeza tomé una bocanada de aire y bebí todo el contenido del vaso de un sorbo.
–Ni un poco, chico bipolar– él soltó una carcajada y yo lancé una pelota a su línea de vasos le atiné y sonreí satisfactoriamente, él no me iba a poder humillar de eso estaba muy segura. Así comenzó nuestra guerra para ver quién ganaba este juego en cada turno ni uno falló, por lo tanto estaba mareada...
Él estaba como si nada, seguramente acostumbrado a beber, pero mi desventaja era que jamás había tomado en toda mi vida, pero no dejaría que él me ganara. En el último tiro era el decisivo todos hicieron silencio y lanzó su pelota tocó la punta del vaso y luego salió rebotando hasta caer en el suelo.
–!Maldición!– reprochó enojado. Ahora solo tenía una oportunidad y ganaría cueste lo que me cueste. Yo lancé la pelota que parecía no iba a entrar en el vaso, hizo una curva para luego rosar la punta del vaso y entrar... Yo salté y todos comenzaron a gritar uno de los chicos que estaba a mi lado me preguntó mi nombre al cuál yo respondí Luna... Y todos me comenzaron a hacer barra...
–¡Luna, luna, luna!– todos gritaban mi nombre y fue cuando llegó Connor me tomó por el brazo y comenzó a jalarme fuera de ahí...
–Heyyy ¿que pasa contigo? ya sueltame.– le exigí para que no siguiera jalándome, pero no me obedeció y llegó Julius para intentar detener a Connor.
–¡Oye te dijo que la sueltes.!– fue cuando empujó a Connor y él me soltó para luego tomarlo por el cuello yo abrí mis ojos muy grandes, pero todo se había borroso ya los tragos hacían efecto.
–¡Connor déjalo ya!– él miró alrededor y lo bajo inmediatamente.
–No vales la pena mocoso.– Julius estaba ebrio, por eso no podía defenderse yo no podía caminar bien y Connor me volvió a tomar por el brazo llevando afuera.
Cuando estuvimos afuera de la fiesta comenzó a gritarme y yo no entendía nada, solo veía todo borroso.
–¡Que mierda sucede contigo! has venido a emborracharte con ese idiota, ¿acaso perdiste la cabeza? responde luna– yo solo pude hacer un sonido y corrí al césped para sacar todo lo que había tomado.
Bluaggg... una y otra vez vomité y luego sentí la mano de Connor en mi espalda, acariciándome.
–Tranquila, todo estará bien– él seguía acariciando mi espalda y sostuvo mi cabello para no hacer más desastre del que ya había hecho.
–Carajo, esto si que apesta jamás había tomado en mi vida– y de nuevo volví a vomitar... media hora después de sacar hasta mis entrañas fue que me pude levantar con ayuda de Connor.
–¿Te sientes mejor?– preguntó él con un rostro preocupado. Yo solo pude asentir.
–Esta bien nos iremos a casa– me tomó en sus brazos para luego cargarme y hasta la motocicleta, (Bien hecho luna, ¿pero que mierda acabas he hacer?) ahora tendría problemas con mis padres y muy grandes problemas.