Ian
Mi genio no me deja, lo detestaba odiaba que ella sonriera de esa manera con él, la complicidad que se tenían porque me estaba volviendo loco, aun sabiendo que esto era culpa mía, sabiendo que las cosas no iban a estar mejor porque ella no quería saber nada conmigo y me lo merecía, me merecía cada cosa que me pasara por idiota.
Entramos y Megan se sentó, yo hice lo mismo a su lado, la doctora se acomodó frente a nosotros.
— Bien ¿Qué ocurre? – nos sonrió.
— Estoy embarazada, un mes y medio – dice – Ayer me levante muy mal, estaba transpirada, mareada y no podía mantenerme despierta – tome aire – Mi pareja me encontró en el baño – aprete los dientes – Vino un médico y me dijo que parecía que estaba anémica, pero tomo mis remedios en tiempo y forma, hago todo según me indico mi a
