Él nunca habia sido asi y no empezaría a serlo esa noche Definitivamente la haría suya pero bajo sus términos, miles de escenas pasaban sin pausa en su cabeza y no estaban haciendo más que avivar sus deseo por Grecia Las puertas del ascensor se abrieron y una vez más escucharon la pequeña campanita, antes de que volviera a cerrarse ambos tropezaron fuera hacia el corredor en frente de ellos, Grecia cargo con sus tacones en una mano mientras ambos corrían por los pasillos del hotel haciendo de vez en cuando alguna que otra parada para volver a saborear los labios del otro Con todo eso y seguia sin tener suficiente de ese hombre Grecia siguió a Bastian hasta una enorme puerta, se encontraban en la otra extensión del hotel, de vez en cuando veía destellos del hermoso lugar, en especial