El ambiente relajante se esfumo de inmediato con la llegada de esos seres con su aura de superficialidad tanto que ella tuvo que hacer un gran esfuerzo por evitar rodar los ojos cuando la rubia batía tanto sus pestañas como los enormes pechos en frente de su rostro —Me llamo Rebeca —La mujer se presento —Mi nombre es Grecia —Respondió a punto de volver a ignorarla —¿Cómo lo hiciste? —Le susurró y en un tono cómplice alternando su mirada entre Grecia y los hombres que conversaban en frente de ambas Bueno, si se le puede llamar conversar al hecho de que solo Rouger abría la boca mientras Bastian asentía sin cuidado ante cualquier cosa que le dijera y sin dejar de mantener un ojo fijo en ella —¿Qué cosa? — Grecia frunció el ceño a la mujer —Para estar con Bastian, él es uno de los h