Observo una vez más el pequeño papelito que me ha dado Lara, y respiro profundo tratando de controlar mis nervios, pero esto resulta casi imposible «¿y si no me toman? ¿y si me investigan?» Me pregunto por dentro mientras que los grandes posters de las campañas publicitarias captan mi atención. Nunca he tenido un trabajo formal, pero ahora realmente lo necesito, no quiero depender de mi familia, mucho menos contarles lo que me ocurrió.
—Nahia Gagnier— Me llama la voz de una mujer regresándome a la realidad.
Guardo el papel en mi bolso, me pongo de pie y camino hacia ella —Hola, soy yo, mucho gusto— Hablo profesional y le ofrezco mi mano a la mujer de cabello cobrizo.
—Bienvenida, soy Lauren Müller, gerente de recursos humanos— Se presenta.
—Un placer conocerla— Contesto y solo espero que mis nervios no me traicionen.
—Por aquí por favor— Me pide y la sigo cruzando una puerta donde de pronto nos encontramos con una gran sala de juntas decorada a la perfección y un inmenso letrero con el nombre Vorhut, que en castellano significa vanguardia, pero aquí representa el nombre de esta empresa de moda.
Es tanto lo que me distraje observando el sitio, que por poco me olvido de saludar a las dos mujeres que están aquí y al hombre de cabello castaño que las acompaña —Bienvenida— Me dice cada uno de ellos.
—Gracias, un placer— Respondo y tomo asiento en el puesto que me es indicado.
—Ellos son Sofia Bauer, una de nuestras mejores diseñadoras gráficas, Heather Seinz, organizadora de todos nuestros desfiles, y Mykel Schulte, nuestro director del departamento creativo— Los presenta.
—Un gusto conocerlos, soy Nahia Gagnier— Expreso y con esto dicho, la señora Müller, explica el proceso de la entrevista para luego dar lugar a que cada uno de ellos comiencen a hacer las que supongo que son típicas preguntas en una entrevista de trabajo.
Jamás pensé que me vería en esta situación. Yo tenía otros sueños para mí, muchos planes diferentes con mi libertad y mi cámara de fotos, pero en todo aquello no estaba Mali y debo admitir que aún me cuesta hacer planes donde ella este presente —Hemos visto que no tienes ninguna experiencia laboral, ¿Por qué has decidido elegir a nuestra empresa para comenzar a trabajar?— Me pregunta el señor Shulte.
«Porque tengo una bebé de seis meses a quien debo alimentar» esa es la respuesta que me gustaría darle, pero sé que también tendría que contarles cómo es que ella llego a mi vida, y por supuesto, los motivos por la cual no quiero acceder a la fortuna familiar.
Sonrió —He pasado los últimos dos años de mi vida viajando por el mundo para así poder fotografiar la naturaleza y la gente que reside en cada sitio donde he ido. Durante este tiempo, he aprendido a conocer la moda y como cada región del mundo afecta la manera en que las personas la perciben. Sinceramente, quiero involucrarme en el mundo de la moda desde una perspectiva más profesional— Respondo con la esperanza de que esto haya sido lo suficientemente convincente.
Él hombre sonríe, y yo respiro aliviada —He visto a detalle el portafolio que tiene en su página virtual y debo decir que es impresionante— Señala.
—Muchas gracias— Contesto ya más calmada.
—Mykel, es tu decisión, sabes que no tenemos mucho tiempo— Le dice la señora Bauer.
—Lo sé— Responde él y me mira —Estamos atrasados en una campaña muy importante y necesitamos a alguien que esté disponible pronto. No se lo voy a negar, han venido fotógrafos de renombre y con muchísimos años de experiencia, pero ninguno de ellos podía empezar mañana debido a algunos compromisos preestablecidos— Habla y no sé si sentirme contenta o preocupada por los motivos que le hacen decirme esto —¿Puede empezar mañana?— Pregunta finalmente y en estos momentos solo me importa obtener el trabajo.
—Por supuesto que si— Respondo firme y sonríe.
—Perfecto— Dice y mira a la señora Müller —Lauren, ¿puedes prepararle el contrato a la señorita Gagnier?— Le pide y ella de inmediato asiente.
—Claro que sí, yo me encargo de todo— Señala y en cuestión de minutos, todos se despiden de mi para dejarme sola con ella.
[…]
Finalmente, la vida parece sonreírme un poco, miro la información de mi nuevo trabajo, y sé que el sueldo no es a lo que estoy acostumbrada. Ya no habrá más tarjetas sin límites, ni envíos de dinero cuando para cuando iba a sitios remotos. Ahora soy solo yo y mi niña contra toda esta realidad, pero es que es la única manera de que mi familia no me localice. No estoy preparada para mirar a mis padres a la cara y decirles que tengo una hermosa hija de seis meses, pero que no tengo idea de quién es el padre y mucho menos que fue lo que sucedió aquella noche donde mi vida cambio para siempre.
No puedo contarles que tal vez me drogaron y me hicieron daño, o quizás fui yo quien provoco todo… ¿Cómo hacerlo cuando mi memoria ha quedado en blanco después de aquella noche? Saco el celular de mi bolso, y lo apago para luego quitarle el chip y tirarlo a la basura —Lo siento, cuando pueda volveré con ustedes, por ahora esto es lo mejor— Murmuro y de inmediato cruzo la calle para ir a la estación del tren para así ir al piso de Lara y ver a mi pequeña Mali, que sin importar como haya sido concebida, es amada por Dios tal como lo dice su nombre.