—Te dije que aún no sabemos, pero... ¡Posiblemente sí! —Esa era Belle, quien respondió con voz más animada, y sus mejillas arreboladas por la emoción que la inundaba. Thorger la bajó lentamente al suelo con delicadeza, y la miró con un amor infinito que se reflejada en sus pupilas dilatadas. —Si es así, serás la madre más hermosa y valiente de todas —afirmó con voz ronca, inclinándose para besarla apasionadamente en los labios. Belle de inmediato le correspondió el beso con igual fervor, rodeando su cuello musculoso con sus brazos y levantando un pie de forma inconsciente, fundida en su abrazo. Gideón observaba la escena con una sonrisa de satisfacción y dicha plasmada en su semblante. Ver a sus seres queridos rebosantes de felicidad llenaba su corazón de una calidez indescriptible. Au