Atalia, desde que tenía uso de razón, el primer sentimiento que creció en su corazón fue el rencor. Para un cachorro lobo, su padre Alfa lo era todo, y para Atalia, quien recordaba vívidamente los constantes desaires y la crueldad con la que su padre la trataba desde muy pequeña, era profundamente doloroso. Siendo una indefensa criatura, ella podía sentir el rechazo del Rey Olnor cada vez que buscaba desesperadamente un abrazo o intentaba jugar con él. Su padre la miraba con ojos fríos y distantes, como si la sola presencia de Atalia fuera una molestia indeseada que arruinaba su día. A veces, cuando ella se acercaba corriendo con los brazos extendidos, Olnor simplemente la apartaba con brusquedad, sin decir palabra alguna. Y en contraste, su padre trataba a Gideón como si fuera el hijo per