La tímida Serenity dejó a su hermana Belle con Thorger y el resto del grupo, en sus pensamientos ella elevaba una plegaria a sus antepasados para que su querida hermana se comportara. Acto seguido, siguió a su esposo Gideón hasta el salón de preparación, un recinto privado reservado exclusivamente para el Alfa Rey, ubicado convenientemente junto a la imponente cámara real que ambos compartían. Al traspasar el umbral, los sentidos de Serenity fueron cautivados por el sobrio ambiente bélico que los rodeaba. Majestuosos tapices que relataban gloriosas batallas del pasado cubrían las paredes de piedra, tiñendo el aire de un aroma a antigüedad. En un rincón, dos altares se erigían imponentes, colmados de ofrendas para los dioses guerreros ante quienes Gideón rezaba fervientemente antes de cada