Reino de Avalonia: Palacio Real
Los primeros rayos del amanecer se colaron por los altos ventanales del salón del trono, bañando la estancia de una luz dorada que arrancaba destellos de las armaduras de los guardias apostados como estatuas inmóviles. Fue en esa atmósfera que Varkan pronto recibiría las noticias devastadoras sobre la misión de rescate de Serenity en el reino donde nació.
El apuesto y despiadado Rey de Avalonia sentía inquietud ahí sentado en su trono de respaldo alto, por eso mantenía la mandíbula apretada y los nudillos blancos por la fuerza con la que cerraba los puños. Para ese momento, Serenity ya debería estar de vuelta en su castillo, en sus aposentos reales, subyugada y lista para proporcionarle la valiosa miel de zafiro tras recibir el merecido castigo por su fuga
