Julio narrando Estoy aliviado al saber que por ahora mi hermana y mi sobrino están vivos, estoy totalmente equivocado y sé que no tengo moral para pedir cosas a Dios, pero en las últimas horas nunca había rezado tanto por sus vidas. Ella estaba durmiendo cuando entramos en la habitación para verla, me acerqué a ella y le di un beso en la frente, reforzando mi oración una vez más, me aparté para dejar espacio para que Nathy y Manu se acercaran. Las horas pasaron y ella no despertó, Manu parece cansada, así que decidí llevarla a casa. —Jefe, voy a llevarlas a casa ahora, ¿me avisas si algo pasa? —le pregunto haciéndole el saludo. —Está bien, cuñado, no sé cuándo se va a recuperar, pero solo me iré de aquí cuando esté mejor, ¿puedes ayudar a Ph en la favela? —me pregunta y lo miro sorpren