Solté un gruñido cuando me apresuré a llegar al baño, choque con alguien antes de llegar a la puerta. –Lo lamento, llevó prisa –murmuré. –Maggie, ¿qué te pasó? Levanté la vista para encontrarme con Jorge. –Jorge –suspiré –. Quiero irme, solo me limpio y puedes llevarme. –Pero venías con el señor Kostov. –Por favor, no quiero que me vea así. Jorge vio el desastre que se había convertido mi vestido y aceptó, entré rápido al baño a intentar secar todo el vino y poder irme antes de que alguien me viera, no tuve tanta suerte porque escuché la puerta abrirse, me di la vuelta para ver a la pared intentando ocultar lo que estaba haciendo. –Lo lamento, tuve un accidente –mencioné –. Pasé, no hay problema. Sentí unas manos grandes en mi cintura y reconocí esa barba picando mi hombro