Los días siguientes fueron bastante buenos a decir verdad, dado que era un nuevo año, significaba en pocas palabras un cambio renovador en nuestras vidas. Así que tras regresar el domingo de la casa hogar –y jurar solemnemente que regresaría al mes siguiente el último fin de semana–, Nia accedió a volver al apartamento sin ningún problema, después de todo, Cody sabiendo que ahora estaría feliz en una relación con Ryan, que mi madre aprobó sin mucho miramiento, la dejó en paz y volvieron a ser los dos amigos normales de siempre. Todo parecía ir de maravilla, aún cuando podía notar el corazón de mi viejo amigo destrozado en pedazos, pero sabía que pronto se le pasaría, cuando encontrara algo con lo que distraerse o incluso un nuevo amor. Las cosas estaban perfectamente en su lugar, nada