Orejuela solicitó que se aplazara la audiencia del Dr. Zabala, argumentando...no sé qué. Él era el que estaba al frente de ese proceso, y los únicos motivos viables por los que un juez aceptaba aplazar una audiencia era por motivos de salud, ya fuera del acusado o de su abogado, o por otros motivos de gravedad. El único motivo aquí era que a mí me había dado un ataque, y que al parecer Orejuela no tenía preparado ese juicio. Y eso de por sí ya era algo muy raro en Orejuela. Es un abogado muy responsable, idiota, pero responsable. —No es que no tenga nada preparado —me corrigió Alonso cuando le hice saber mi preocupación. Después de mi desmayo y del extraño momento que tuve con el jefe, el resto del día transcurrió con normalidad, o al menos así quise creerlo. Y ya que el jefe