Aunque mi horario laboral inicia a las 8:00 a.m., igual que en el anterior puesto, Alonso me dijo que tengo que llegar sí o sí todos los días a las 7:30 a.m. Ok, solo esperaba que me pagaran aquel tiempo extra que trabajara, y en realidad no tuve problema en llegar media hora antes que los demás, ya que de por sí siempre suelo llegar antes a todos lados por mi obsesión de tomar muy temprano el autobús para no sentir la ansiedad de que voy llegando tarde. Alonso me explicó ayer todo lo concerniente a lo que tengo que saber para tener al jefe medianamente contento y que no me despida en mi primera semana de trabajo. Debo tenerle la oficina preparada antes de que llegue, con la computadora encendida, el humificador también encendido y previamente llenado con agua destilada y unas gotita