Capítulo 1
495 Words
El eco de aquellas ruedas golpeando con cada escalón de la casa por el que se deslizaba, era el único sonido que reinaba en la casa.
- ¿Enserio tenéis que iros? – dije agachando la cabeza para ocultar mi tristeza.
- Ya hemos hablado de esto, hija – respondió mi padre a la vez que ponía su mano sobre mi cabeza.
- No te preocupes, todo saldrá bien. Tienes la nevera llena de comida y el congelador con bastantes repuestos. También te hemos dejado dinero en el cajón de nuestro dormitorio. – decía mi madre mientras me cogía del mentón para que le mirara a los ojos.
Yo me limité a asentir bastante molesta.
¿Por qué tenían que volver a irse? ¡Esto era una completa pesadilla!
Mi padre trabaja en una empresa de vuelos, siendo este el CEO. Es por eso que hemos tenido que viajar mucho. Hay personas que pueden pensar que esto es increíble, ver tantos países al año debe de ser un sueño hecho realidad.
Pero no.
Era una de las mayores torturas.
Viajar cada mes o cada dos meses implica que no pueda hacer amigos durante mucho tiempo. Mis únicas relaciones son con mis padres y mis dos amigos: Hoseok y Yoongi. Nada más.
Y tengo que dar gracias a que al menos tengo dos amigos.
Con mis padres, siendo sinceros, no tenía casi relación. Solo lo justo.
Para colmo, nos hemos mudado de casa en tantas ocasiones que ya no recuerdo cuantas veces he tenido que volver a montar todo mi dormitorio. Al principio recuerdo que lo dejaba exactamente como mi primera casa. Pero conforme pasaban los años....dejé de llevar cosas. Mas de la mitad las tiré o se las di a quienes eran mis "amigos" o, más bien, conocidos aquellas veces.
Ahora solo tengo mi cama con un peluche, un escritorio con una silla y un ordenador portátil y, para la ropa, un perchero. Ni siquiera tengo armario.
Nada más.
Esta vez era otra, de las muchas que había, en las que me tenía que quedar completamente sola en nuestra casa "oficial". La de mi ciudad natal en Corea del Sur. Por suerte, mis dos únicos amigos eran de aquí, por lo tanto iba a poder quedar con ellos durante estos casi dos meses en los que mis padres se van a dónde sea que esté su nuevo proyecto.
- Cuídate hija, cualquier cosa, llámanos – dijo mi madre mientras cogía el macuto del suelo y se lo colgaba en el hombro. Con su otra mano cogió la maleta.
- Nos vemos pronto – respondió mi padre mientras se ajustaba la corbata y, al igual que su esposa, cogió las maletas para salir por la puerta.
Ni siquiera la despedida era cálida. Ni un abrazo, ni un beso.
Nada.
Así eran ellos.
Probablemente yo fui un error para ellos.
Aunque yo diría que, la mayoría de los hijos, somos errores.
¡Empezamos una nueva aventura!
¡Espero que la disfruteis tanto como las otras! Nos vemos en los capítulos y en los comentarios!
Mil gracias por el apoyo
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¡Hasta pronto!
- Writer
