Jensen nunca en su vida había desnudado su alma ante una persona, donde pudieran retratarse sus miedos más internos. Pero ahí estaba Adam, sumergido en sus recuerdos más íntimos. Aquel hombre vería quién era la verdadera Jensen. Todo quedaría al descubierto para él, ya no habría más secretos. El joven caminó a paso lento por el pasillo irregular que creaban las paredes de recuerdos. Se alzaban en ellas las vivencias desde la perspectiva de Jensen, hasta lograba palpar en su propio pecho las emociones que traían consigo dichos recuerdos. Adam se detuvo en un recuerdo que le generó bastante curiosidad. Era Jensen en un escenario futuro, no sabía cómo lo lograba saber, simplemente entendía que se trataba de una Jensen de muchos años más adelante. Ella se veía en un espejo el vientre,