ADRIANO Mis energías estaban agotadas y el estrés me dominaba. La preocupación por la seguridad de Raven y la confrontación con Tony se habían vuelto abrumadoras. No había planeado mantener a Raven alejada del peligro, pero si no estaba dispuesta a escuchar y seguía metiéndose en problemas... tenía que tomar medidas. Alessandro me esperaba afuera de mi oficina mientras cerraba la puerta tras de mí. Necesitaba hablar con él sobre el asunto de Tony, que había ocupado mis pensamientos durante los últimos tres días. Le había pedido que investigara la ubicación y los planes de los Ricci una y otra vez. —¿Qué has descubierto? —Mientras caminaba por el pasillo junto a Alessandro, ajustándome la camisa, le hice la pregunta que había estado esperando. La confianza era un valor que valoraba much