Capítulo 5

1026 Words
Ángel.* Me miro en el espejo mientras varías mujeres junto a la madre de Ulises y Adriana me arreglan para la boda. Después de haber obtenido el traje, conseguí comprar otras cosas y yo hablo más de Ulises, aunque dijeron que solo sería un poco, que luego nosotros tendríamos que tener toda la eternidad para conocernos de todo a todo. - Se ve hermoso majestad, estamos seguras de que a su señor le encantará. - Dijo una de las chicas acomodando mi cabello. - Bueno chicas es todo, vayan a decir que casi estamos listos. - Pidió Laure. Salieron y se acercó a mí, su hija también mientras traía en sus manos un pequeño baúl. Lo abrió dejando ver una linda corona de flores blancas. La perdí y la colocó en mi cabeza. - Se te ve muy bien, la uso en mi boda, mi madre lo hizo en la suya y así fue a muchas generaciones. Tú se la pondrás aquella persona que se caso con el futuro rey. - Indicó sonriendo con orgullo. Me sentí mal, estoy a nada de escapar. Adriana cerró el baúl y tomaron el manto blanco. - Ulises quiere que te veas puro, por ello todo es blanco. La coronación será sencilla no te preocupes. Solo debes decir: "Acepto". - Explicó haciendo que me giré. Me refleje en el espejo y le di una afirmación con la cabeza ... No quiero ser rey, no nací para eso, ni para nada de esto. Salieron de la habitación, me acerqué a la puerta para saber qué tanto se habían alejado. - Cuídalo, si algo sucede avisa de inmediato. No queremos que Ulises se ponga de mal humor. - Dijo Adriana. Solté un suspiro y me senté en una de las sillas, lleve mi mano a mi rostro negando. Tenía una vida asquerosa antes, pero extraño a las chicas, no quiero estar aquí ... Quiero ser libre. Me coloqué de pie, yo bastante rápido y la corona de flores dejándola con cuidado en el peinador, se que es importante, pero alguien más tendrá que usarla, yo no puedo. Me acerqué a la puerta y giré la manija abriéndola un poco. El guardia se dió la vuelta del inmediato observándome fijamente. - Quiero ir al baño. - Susurré sonrojándome. Se me quedó mirando para luego mover su cabeza de un lado a otro. - Majestad debe haber un baño en la habitación. - Dijo amable. - No funciona. - Mentí apenado. - Permítame ver que este todo bien. - Pidió. Comprendí y me hice a un lado dejando que entre, caminó hacia el baño y yo solo fijé mi vista en la puerta la cual tiene la llave, está mansión es antigua y lo sé ya que las lleves están colocadas por fuera en cada puerta. Entró y yo me le quedaría observando mientras revisaba, al darme cuenta que funciona más rápido y cerré la puerta cerrándole. - Majestad abra la puerta. - Dijo molesto golpeándola. Solo apreté la mandíbula y me di la vuelta saliendo de la habitación, posiblemente sí voy ni siquiera lo noten, podrá tener a alguien más ... Ulises. * Hago una mueca al ver tantas personas en el mismo lugar, es aburrido y abrumador. Alberto entró a la habitación donde estoy esperando para que me digan que mi Ángel viene para acá. - ¿Nervioso? - Pregunté con cierta burla. No pude evitar mostrar una sonrisa de lado, por alguna razón me siento bastante emocionado. - ¿Porqué debería ?, Estoy muy extasiado mejor dicho. - Dije colocándome de pie. - Me alegro, aunque creo que el chico se vio ... No sé, mi mujer lo vio un poco y dijo que se notaba inseguro. - Murmuró desviando la mirada un momento. Fruncí el ceño puede pedir mi mano a mi pecho, no, cuando se siente mal yo puedo sentirlo ... Aunque quizás no del todo ya que aún no hagamos el amor. - Bueno creado que va a mejorar después, ya sabes cuándo hagas la marca y se entreguen por completo. - Dijo tranquilo mirando la habitación. - Ya lo marqué. - Murmuré desviando la mirada. Se giró a mirarme de inmediato logrando que solo lo observé con seriedad sabiendo lo que va a decirme. - ¿Perdiste la cabeza ?, No puedes hacer eso, es tonto, no es una verdadera conexión si es a la fuerza ... Me mentiste, no se desmayó por miedo sino porque lo mordiste a la fuerza. - Regañó problemas su mano a su frente. No discutas nada y solo fijé mi vista en el reloj que tengo en la muñeca dándome cuenta que ya has pasado el tiempo necesario y ya tienes que avisarme que viene para acá desde hace cinco minutos. Deje hablando solo a Alberto y caminé hacia la puerta para saber que demonios sucede. Al hacerlo me topé con Adriana, quizás se han atrasado, aunque al ver su rostro supe que algo había pasado. - Ulises tienes que calmarte ... Verás ya mandamos bastantes guardias a buscarlo ... - ¿Qué demonios ?, ¿Dónde está ?, ¿Quién es el idiota que estaba cuidándolo? - Grité enfadado tomándola del vestido con fuerza. Se había quedado solo en silencio, levanté la mirada notando a una guardia que te había visto ya. La solté y me acerque a él. - Disculpe señor, me engañó. - Dijo inclinándose. Solté un gruñido y lo estrellé contra la pared haciendo que todos den un paso atrás. - ¿Cómo demonios va a engañarte maldito idiota ?, Su capacidad es la de un cachorro, no digas estupideces ... Te cautivo que era bello y por eso te dejaste llevar ... lo haré y eso le ... - Ulises. - Gritó la voz de mi madre detrás de mí. Apreté la mandíbula y lo solté girándome a mirarla. - En ese estado no harás nada, seguramente no ha ido lejos, no conoce el bosque ni la manada. Lo encontrarán pronto. - Dijo acercándose. No pude evitar soltar una risa amarga y pase por su lado para parar antes de salir. - Son unos completos inútiles, los quiero fuera de mi casa. Yo me haré cargo solo, iré por él. - Dije seguro cruzando la puerta. No detuvieron ya que saben que si lo hacen nada bueno saldrá de eso ... Voy a enseñarle que me pertenece ... Espero que les guste. Gracias por leer. Voten y comenten. ❤️
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