MONSTER

PRÓLOGO

DAMIEN ROMANOV

-¡qué le sucedió a madre!- Son las primeras palabras que logro articular al ver como cargan el cuerpo cubierto de sangre de la mujer que me dio a luz. Mi padre me aparta sin darme una explicación.

-Necesitan extraer la bala. Está perdiendo mucha sangre- Papá empieza a gritar. Muchas personas ingresan a la habitación. Algunos invitados son de la fiesta que se celebraba en la mansión. Se acercan a preguntar por el estado de mi madre. La paciencia de mi padre es nula.

-¡¡lárguense hijos de perra!! ¡Lárguense antes de que les vuele los sesos! - mi padre toma a un tipo del costoso traje y lo tira al piso. Saca su arma y dispara para que las personas abandonen la habitación de una vez por todas.

-¡¡Damien!! Llama al médico en Rusia. Anuncia que en menos de 24 horas estaremos allí. No quiero que nadie mas lo sepa- asiento y tomo el celular. Contestan a la primera. Doy todas las indicaciones pero la pregunta aun sigue en el aire ¿Qué le pasó a mi madre?

Papá dispara a uno de los médicos cuando este está tan nervioso que no puede hacer bien su trabajo.

Se marcha minutos después y me deja revisando la condición de mi madre “Amelia Romanova” Esposa del líder de la mafia rusa “Anton Romanov” La familia más poderosa de Rusia.

Pasan alrededor de 8 horas y aparece mi padre cubierto de sangre. No es la de mi madre.

-condición- se cruza de brazos.

-Estable, con pocas posibilidades de sobrevivir- tuerce el gesto. Mis padres se casaron cuando aún eran muy jóvenes. Me tuvieron con un único propósito. “Seguir con el linaje Romanov” Sin amor. Esa palabra está prohibida en nuestra familia, donde nunca se han forjado lazos por aquel absurdo sentimiento. Nos hace débiles.

Pero la forma en la que mi padre está al pendiente de mi madre me dice lo contrario.

-Quienes fueron- me cruzo de brazos esperando una respuestas.

-Ya es un cadáver- se limita a decir. Se acerca a mi madre. Aparta un mechón de su cabello. No veo tristeza en su mirada. Todo lo contrario. furia.

Pasa unas horas en la habitación hasta que se pone de pie.

-Regresamos a Rusia. Alístate. No quiero que notifiquen a nadie, que parezca como si seguimos aquí. Por ahora- Sale de la habitación. Me acerco a mi madre. Su piel está muy pálida. Ese rostro lleno de energía ya no está. Ha sido opacado por la oscuridad.

El viaje es largo. Padre revisa su celular docena de veces. Una vez en nuestra casa preparan la habitación Madre.

-oh Eriks. Me enteré de lo de la señora- Alba nuestra empleada de toda la vida se acerca. “Eriks” Así me llamaba mi madre. Son las únicas personas que me llaman así. Para los demás soy Damien.

-estará pronto en su habitación- deja un beso en mi frente y luego sale. Todo ha sido un mar de emociones. Un completo caos.

-¡¡Damien!!- Me llama padre. Camino a su despacho. Toco levemente la puerta e ingreso.

-padre- revisa unos papeles. Enciende un cigarrillo. Espero pacientemente de pie.

-Alista tus maletas- frunzo el ceño.

-pero apenas…-

-te irás de Rusia por dos años o más. Necesito que te empieces a comportar como un verdadero Romanov. Es momento de que dejes las faldas de tu madre y seas un verdadero hombre- empuño las manos aguantando sus palabras.

Algo que define a los Romanov es su falta de tacto.

-lugar- me limito a decir.

-Donde tu padre se convirtió en un verdadero hombre “DOM” Espero tu estadía sea cómoda- CASA, que en lo que resume ese lugar. Una fosa llena de hombres en donde el más fuerte sobrevive y el más débil es la cena de los ganadores. La pesadilla de cualquier ser humano…