—¿Por qué no estás en la fiesta? —Pregunta Gabriel a Lían a quién encuentra en el balcón sentado en uno de los sillones —¿Te sientes bien?
Se sienta a su lado y toca su hombro suavemente, pero por alguna razón Lían se resiste a mirarlo.
—Hay muchas personas allí, creo que mamá no debió invitar a tantas personas —Añade, Gabriel. —No sabía que Dayana tuviera tantos amigos en el hospital.
Lían suspira pesadamente, pero no responde, lo que resulta bastante raro. Al final, Gabriel desiste para no incomodar aún más.
Permanecen así en un silencio profundo durante un tiempo largo. De fondo solo se oyen las risas y las voces de los compañeros de Dayana hablando amenamente.
—Lo vi todo —dice de pronto Lían mirando con tristeza a su hermano.
El corazón de Gabriel retumba fuertemente en su pech
