—¿Qué te parece este, hijo? —Mara señala un hermoso vestido beige bordado con piedras preciosas en la parte del pecho. —Le quedará precioso, ¿no crees? —Estás preguntando a la persona equivocada, mamá. Tú la conoces mejor que yo. Deberías saber su talla y sus gustos. Yo apenas la conocí hace unos meses. Mara chasquea la lengua hacia otro vestido recto, pero ahora en tono amarillo claro. Definitivamente, Gabriel puede ver a Dayana dentro de ese vestido amarillo que tiene un diseño muy delicado y elegante que combina a la perfección con ella. —Me llevaré este —indica Mara, sin dudarlo, a la vendedora tomando el vestido de la percha. —Esto le gustará. Mara y Gabriel pasaron recorriendo tiendas y más tiendas durante todo el día. Tanto que los pies del profesor duelen y su cabeza le da v