Su cara era una descripción de dolor, confusión e ira, digna de un libro de texto. Pareció querer pararse, pero se lo pensó mejor. Se echó hacia atrás en su asiento, cruzó los brazos y miró a Adam. Estaban todos equivocados sobre lo que estaba pasando, pero estaba segura de que todavía se veía mal. Podría haber sido mejor si él me hubiera visto con Fred en su lugar, ellos no conocían a Fred, pero sí a Adam. Esto era como una traición hacia Daniel. Rápidamente me volví y salí del restaurante antes que cualquiera de ellos pudiera avanzar hacia nosotros. -Adam. No deberías haber hecho eso. Esos son tus amigos. Ahora Daniel va a estar molesto contigo. -Me voy a ir y él también. No es como si yo tuviera que volver a hablar con él. Sólo nos vemos en nuestro grupo y en el fútbol. No soy realme