Siempre Tuyo

Capítulo 1. Mi Felicidad

Capítulo 1

Mi felicidad

Narra Blake Green.

La vida es un momento efímero, siempre está en constante movimiento, un día estamos vivos y mañana no sabemos, hoy somos felices y mañana puede que no.

Con ella me ha tocado vivir exactamente eso, una montaña rusa de emociones que a veces se escapan de mis manos.

Es impresionante cómo pasamos de estar completamente bien, de semanas de tranquilidad y armonía, de semanas donde la hice mía noche tras noche y de repente de un momento a otro todo se acabó.

Cuando ella se marchó se llevó mi corazón consigo, puede que sea muy cursi de mi parte decir esto, pero con ella conocí el amor verdadero por primera vez, las demás personas que estuvieron en mi vida pasaron a un segundo plano porque ella se convirtió en el centro de mi universo.

Tener a Amelia lejos por esos días fue lo más difícil que he podido vivir, incluso aún más difícil que la muerte de mi padre, porque en su momento creí que todo estaba perdido, cuando estaba en ese despacho y respondí la llamada y ella me dijo "no puedes perder lo que nunca has tenido", esa frase me terminó de quebrar por completo.

Firme sin ningún tipo de esperanza, recibí el anillo de mi madre sin la ilusión de volver a verla.

Por eso me sorprende el verla aquí, acostada a mi lado, sumida en un sueño profundo después de haberse entregado a mi durante la noche.

***FLASHBACK***

Escucho la palabra te amo salir de su boca y no puedo creerlo, tanto tiempo esperé para escucharla y cuando firmé esos documentos mis esperanzas fueron muertas.

Sonrío de alegría porque no se que más hacer, espere tanto tiempo de esa palabra de cinco letras que tanto se negaba a decir y a reconocer.

Me acerco a ella y la beso, pero no es un beso como los demás, está lleno de gratitud y sentimientos encontrados. Amelia me cambió, me transformo en una persona consciente de sus sentimientos, separo nuestros labios y afirmo algo que ella y yo ya sabemos, diciéndole que siempre será mía, lo que me sorprende aún más es que ella también lo afirme.

Lo que no le dije pero es más que evidente, es que mi corazón, mi mente y todo mi ser siempre será suyo. No hay nadie más, ella es mi complemento, con ella no tengo necesidad de mirar hacia otro lado porque ella me hace feliz.

Estamos abrazados viendo las olas del mar y la luna llena de fondo, no quiero soltarla porque me da temor alejarme de ella, estuve tan cerca de perderla.

Ella comienza a acariciar mi espalda y despierta en mí esas ganas latentes de ella, de sus besos, de su aroma y su piel.

La miro a los ojos y le doy una sonrisa, hemos estado varios días separados, sin ni siquiera vernos de lejos y si yo me siento de esta forma, se que ella también.

Aprovecho que estamos en una zona desierta de la isla y la tomo del rostro, le doy un beso apasionado y ella me lo devuelve, con las mismas ganas y la necesidad de mi.

Me alejo de ella un poco y bajo las cortinas de los lados para solo tener visibilidad hacia el mar, las pequeñas lámparas a nuestro alrededor nos brindan la luz que necesitamos y agradezco que en esta pequeña carpa hayan puesto un montón de cojines para estar más cómodos.

La tomo de la mano y la llevo hasta allí, beso su mano y subo hasta su brazo, dejándole delicados besos, lo hago mientras la miro a los ojos, los cuales están más iluminados de lo normal.

Me fascina ver qué esa sonrisa que me roba el aliento no abandona su cara, y subo dándole suaves besos hasta su cuello, ella me brinda mayor acceso y subo hasta el lóbulo de la oreja haciéndola gemir.

La ayudo a desprenderse de su ropa y ella de la mi, voy a recostarla en los cojines y ella niega

—¿Quieres ir al mar?— «¿Cómo no se me ocurrió eso antes?» sonrío ante su propuesta y la guio de la mano, llegamos a la orilla y la tomo entre mis brazos para adentrarnos juntos a las oscuras aguas del mar, para entregarnos el uno al otro.

Las olas del mar y la luna son testigos de nuestra entrega, de nuestros besos, nuestros gemidos y nuestra pasión.

Después de hacer el amor decidimos nadar un poco bajo el cielo estrellado pero aún seguíamos con la necesidad de estar con el otro, nos vestimos y fuimos al hotel, una vez cerrada la puerta y en la comodidad de la cama, me di la tarea de brindarle atención a cada parte de su cuerpo, de disfrutar de cada uno de sus gemidos mientras apreciaba como se erizaba su piel.

Me sumerjo en el centro de su ser, disfrutando del roce de su estrechez, en definitiva estamos hecho el uno para el otro porque encajamos perfectamente.

Disfrutamos hasta que nuestros cuerpos estuvieron saciados, hasta llegar al clímax

—Blake...— la escucho gemir mi nombre mientras cierra los ojos y echa su cabeza hacia atrás, sé que está disfrutando y aceleró mis acometidas, la veo disfrutar y eso me eleva aún más alcanzando así la liberación que necesito en ese momento mientras ella pronuncia mi nombre una y otra vez.

Me recuesto a su lado, aún no puedo dejar de mirarla, no sé qué hora es, solo sé que la veo cerrar sus ojos lentamente mientras se acurruca entre mis brazos, antes de caer en un profundo sueño me susurra

—Nunca me dejes Blake Green— beso su frente y le susurro de vuelta.

—Siempre seré tuyo, nunca voy a dejarte.

***FIN DEL FLASHBACK***

Me acerco a ella y dejo un beso en la frente, puede parecer estúpido pero no pegué el ojo en toda la noche solo por mirarla, esto parece irreal, después de todo lo sucedido, una vez mas la tengo conmigo.

Me levanto de la cama y tomo el teléfono para ordenar el desayuno, seguramente ya pronto despertará y quiero sorprenderla, camino hacia la terraza y marco el número de la recepción ordenando todo lo que me provoca, cuelgo la llamada y me quedo mirando el océano, pensando en lo que nos espera en el futuro.

De pronto siento que unos brazos me rodean y siento la calidez de su cuerpo abrazando el mío

—Buenos días amor— me dice con su hermosa voz

—Buenos días hermosa— me giro y le dejo un beso en la sien

—¿Que haces?— me pregunta y me le quedó viendo

—Admiro la belleza— ella sonríe y voltea hacia el imponente mar

—Si, es muy bello— me dice con la mirada perdida pero yo no necesito ver nada más

—Si, ante mis ojos tengo la belleza más increíble del mundo— ella voltea y se fija que la miro solo a ella— tu eres eso para mí Amelia— veo como se sonroja y me sorprende el hecho de que aún pueda causar eso en ella.

Me toma de la mano y me lleva a la habitación, escucho mi celular sonar y no le presto atención porque mi prioridad es ella. Nos besamos y acariciamos hasta que un toque en la puerta nos interrumpe, ella se adelanta a abrir la puerta porque mi celular no deja de sonar y me hace una seña para que atienda.

Lo tomo con un poco de rabia porque se supone que no quiero ningún tipo de distracción pero este aparato está suena que suena, debí apagarlo desde el primer momento.

Veo el número en la pantalla y lo desconozco, pero es muy insistente, ya que tengo 10 llamadas perdidas. «¿Quién será?» me pregunto. Llega una notificación de un mensaje de texto

"Desconocido:

No importa que no atiendas mis llamados, pronto sabrás de mi Blake Green".

«¿Quién carajos me manda este mensaje?»

Voy a devolver la llamada y ella se acerca a mi

—¿Hay algún problema?— me dice mientras pasea su vista entre mi celular y mi cara

—No, no sucede nada, tranquila, solo es trabajo— le digo mientras hago tiempo para descubrir a quién carajos se le ocurre interrumpir nuestro momento.

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¡Hola a Todos!

Acá está el primer capítulo, como se los prometí, comenzamos o mejor dicho continuamos con esta maravillosa aventura. quizás les adelante dos capítulos y luego les avise para cuando comenzarán las actualizaciones.

Amo a Blake en definitiva.

Prontito les dejo el segundo capítulo que está… (no haré spoilers)

Cuidense mucho.

Ava