Serían las 9 de la noche cuando Santiago regresó a casa y la encontró viendo la televisión acostada en la cama con las piernas estiradas y los pies cruzados a la altura de sus tobillos, vestía uno de sus camisones cortos atirantados con los que nunca usaba brasier. El le dio un beso en los labios y ella preguntó
— ¿Cómo te fue?
— Igual que en todas las juntas mensuales… Todos dicen lo que está mal, pero nadie propone cambios
Respondió con hartazgo al tiempo que le levantaba el camisón y al observar su pubis depilado, le metió la mano entre los muslos y se inclinó a oler el perfume de su crema, le acarició la parte interna del muslo y el pubis, le dio un beso en el monte de Venus y se enderezó diciendo diciendo
— Tu piel tersa, tu pubis depilado y el olor de tu crema, me ponen bien cachondo ¡Que rica estás amor!
— Claudia también se depiló el pubis
Santiago la miró con seriedad y Karen señalando hacia la lámpara del techo donde se ocultaba una de las cámaras de seguridad que Santiago había instalado en toda la casa, con picardía dijo
— Si dejo funcionando solo esta cámara, los podría grabar mientras los veo coger
Santiago movió la cabeza y en un tono pausado que no ocultaba su molestia respondió
— A ver amor, vamos por partes: Cuando las parejas se dicen cosas, se toman fotos o se citan en lugares fingiendo no conocerse, están jugando con la imaginación con la idea de excitarse sexualmente para no caer en la monotonía y lo que tú y yo platicamos ayer sobre tu amiga era eso, un juego que quieres “sacar de la imaginación” y hacerlo realidad sin medir sus consecuencias.
Ignorando lo dicho por su novio y fingiendo una inocencia que rayaba en lo absurdo ella preguntó
— ¿No te la quieres coger?
Santiago la miró incrédulo y respondió
— También me quiero coger con Shakira, a Margot Robbie, a Taylor Swift, a Belinda y a otras más.
— ¡Pero ellas no van a coger contigo!
— ¡Y tu amiga tampoco!
— ¡Si yo se lo pido lo hace!
— Y de seguro te va a decir: “¡Claro que si “amiguis”! El día que quieras le doy las nalgas a tu novio”
Le respondió en tono de burla, pero al notar el enojo en Karen, con tono amable preguntó
— ¿Por qué, si ayer “jugamos” con eso y la pasamos muy bien, ahora me quieres hacer sentir “el villano” del cuento? __ Cuando ella iba a responder él dijo__ No me interrumpas por favor __ Y continuó diciendo __ Voy a ser muy honesto contigo; De querer, si quiero ¿Y quién no? Si la chaparra está buenísima, pero tengo muy claro que, al primer intento que yo haga por seducirla, me manda al carajo. Ahora te pregunto; ¿Como le hago?... ¿Tú piensas que si le digo “Karen nos quiere ver coger” de inmediato se me encuera? ¡Por favor amor!, Claudia es tu amiga y no se va a “meter” con tu novio
— ¡Ya se lo pedí y aceptó! __ Y en tono de reproche agregó__ Lo que yo tengo “muy claro” es que, a diferencia de mi novio, mi amiga si está dispuesta a complacerme
Santiago la miró en silencio y decidió no discutir, se comenzó a desvestir para cambiarse de ropa y cuando se quitaba los calzones, quedó sorprendido al ver que a pesar de su enojo Karen se arrodilló sobre la cama, se quitó el camisón y ya desnuda dijo
— Estoy caliente y quiero coger
Santiago se olvidó de la discusión y subió a la cama junto a ella para besarla, la acostó boca arriba para acariciarle, besarle y lamerle las piernas, el sexo, el vientre y las tetas, por varios minutos se besaron y acariciaron mutuamente, Santiago comenzó a besar cada parte de su cuerpo diciendo
— ¡Que cuerpazo tienes!; Tus piernas, tus nalgas, tus tetas, las curvas de tu cadera, eres una delicia, estás buenísima __ Se arrodilló en la cama, puso sus manos sobre su pubis, a los lados de su m*****o para mostrar su firme erección y dijo__ ¡Mira cómo me la pones!
Karen sonrió, se acostó boca arriba, separó y dobló sus piernas poniendo las plantas de los pies sobre la cama, con sus manos separó sus labios vaginales y tocando con la punta de un dedo la entrada de su v****a le respondió
— ¡Deliciosa! Ahora métela por mi “hoyito” para que sienta lo sabrosa que estoy por dentro
Santiago la miró y con la excitación manifiesta en su tono de voz, con vulgaridad respondió
— Te la voy a meter hasta que sientas mis “huevos” golpear en tu culo con cada “bombeada” que te dé
— ¡Ya métemela Santiago! __ Respondió Karen fingiendo desesperación y en el mismo tono vulgar agregó__ Siente lo estrecha que soy y lo rico que aprieto, disfruta de mi carne hasta “escupir” la última gota de tu leche en mis entrañas… ¡Te voy a dejar seco amorcito!
— Te voy a mojar los ovarios mamita
Respondió excitado al tiempo que se arrodillándose entre los muslos de su novia la comenzó a penetrar lentamente hasta que ella protestó con un gemido de molestia. En ese momento él se detuvo y sonriendo preguntó
— ¿No que me la aguantabas completa?
— Aguanto la tuya y más grandes
Santiago comenzó a “bombearla” con fuerza y Karen, quien ya conocía las debilidades de su novio, comenzó a tejer su plan mirándolo a la cara y exagerando sus gemidos para excitarlo al máximo. Cuando notó en su novio el inconfundible gesto de estar rendido ante el placer, convencida de que tenía el control entre jadeos le preguntó
— ¿Entonces qué? ¿Me vas a complacer? __ Santiago disminuyó el ritmo y respondió
— Las veces que me lo pidas, pero bajo tu propio riesgo__ Con suavidad le mamó las tetas oprimiendo con sus labios los erectos pezones, la besó en la boca y mientras la besaba en la cara y el cuello preguntó __ ¿Y tú?
Karen, quien en medio de su excitación trataba de entender lo dicho por su novio, tragó saliva y expresó un leve “sí” que a él no convenció por lo que dejó de moverse para mirarla a los ojos y ella con desesperación exclamó
— ¡Si amor! Voy a coger con él, frente a ti o con los dos, pero no te pares… ¡Te lo suplico!
Santiago la besó saboreándole la lengua y al separarse, le metió las manos debajo de las nalgas, se arrodilló en la cama para levantarla, hasta que su espalda quedó apoyada sobré las escápulas y su cabeza sobre su nuca, le acomodó las piernas a los lados de su cintura, la sujetó por la cadera y la comenzó a mover hacia adelante y hacia atrás, como si se estuviera masturbando con ella.
Con los ojos cerrados y la boca abierta, Karen gemía y movía su cabeza mientras sus piernas temblaban sin control y cuando en su rostro se dibujó ese gesto que tanto excitaba a Santiago, una mezcla de placer y desesperación que indicaba su inminente orgasmo, diciendo “Hasta el fondo mamacita” le metió con fuerza todo su pene.
En ese momento, Karen gritó abriendo los ojos y levantando un brazo, pero cuando Santiago movió su cadera hacia atrás para sacar un poco su pene, ella apoyó las plantas de sus pies sobre la cama, le apretó con sus muslos la cintura, apretó con sus manos las sábanas y se empujó hacia él para meterse todo el pene en la v****a, al sentir el sexo de su novia golpear sus testículos, Santiago exclamó “¡Golosa!”