El roce de sus cuerpos llenó de calidez el lugar, Serena se aferró a los hombros de Adrien con todas sus fuerzas mientras este comenzaba a mover su pelvis entrando y saliendo de ella, cada estocada era intensa. La lujuria con la que Adrien invadía su cavidad era simplemente majestuosa, Serena jamás se había sentido tan excitada, jamás había sentido sus paredes apretarse con tanta fuerza y en el tiempo que llevaba manteniendo relaciones con Adrien jamás lo sintió cerca de ella como ahora. Sus pezones rozaban con el pecho de Adrien luego de que este los liberara bajando el vestido de Serena, su corpiño descansaba en la silla al igual que sus bragas. Adrien no quiso quitarle el vestido, así como el mantenía sus pantalones todavía. Su miembr0 parecía endurecerse con cada embestida, Adrien