La noche se sentía cálida aún y mucho más después de aquel intercambio de alientos entre ambos, Adrien sacó su billetera para pagar la cuenta y Serena observó con satisfacción el rostro de aquellas mujeres que evidentemente habían observado a Adrien presionando sus labios contra los de ella, para todos era claro que él no era su hermano y, si algunas de esas personas creían que eran novios, eso no era algo que le molestara a Serena.
Después de que ambos acudieron al tocador para cepillar sus dientes, se retiraron del lugar, una vez más abordaron el auto de Adrien y este comenzó a conducir para ir a su departamento, pero a una corta distancia de aquella pizzería, a Adrien se le ocurrió algo y entonces detuvo el auto.
—¿Tienes algo que hacer mañana? —preguntó Adrien a Serena mientras pres
