—Por cierto, pienso seguir conservando al chofer, el mismo que tú seguirás pagando— Espetó Serena, le gustaba la idea de tener chofer y aunque ella misma podía pagar uno, pensó que era lo mismo que Adrien podía hacer después de haber jugado con ella. Este la observó y asintió ladeando una sonrisa, en realidad no esperaba que Serena conservara el chofer, mucho menos el auto, pensó que no querría conservar nada que le recordara a él y al escuchar que lo conservaría no pudo evitar sentir orgullo. Después de hablar de trabajo y dejar claro lo del chofer y el auto, Serena abandonó la oficina de Adrien, con pasos firmes caminó por el corredor y cuando pasó al lado del escritorio de Julia, limpió las comisuras de sus labios de una forma insinuante, para que la asistente creyera que ellos habían