CAPÍTULO 10 — ¡Aléjate de mi hija! —dijeron. Me sorprendí y volteé levantándome aun con la niña aferrada a mi cuello. —Lo siento —dije, bajándola de mis brazos—. Buscaba algo y ella me ayudó, no le iba hacer absolutamente nada a su hija. Lo menos que quería en este momento eran problemas. Solo quería entrar al cuarto de Dalila, ¿era mucho problema? —No es mi mamá —agarró mi mano y sonrió—. Mi mamá se fue con papá, pronto vendrán por mí. Explicó y asentí. La chica sonrió incómodamente y suspiró. —Soy quien la cuida y está prohibido que alguien que no sea su familia este con ella —explicó, terminando de acercarse a nosotros—. Vamos, tengo que prepararte, pronto vendrán tus padres. —Soy familia —dije rápidamente—. La hija menor de Aryam, Dalila, ella es mi esposa. Su ceño inme