CAPITULO 4. PUNTO DE QUIEBRE

1543 Words
Un completamente furioso Erik no dejaba de retar a su padre con la vista. Aunque su padre era un poco más alto que Él, Erik ahora es más fuerte que el patriarca de la filial Myers. "Si te atreves a ir a buscar a Melissa muchacho idiota." "Puedes despedirte de tu cuantiosa herencia junto con el apellido Myers." Ronald se impuso ante Erik. "No quiero nada de mi herencia o del apellido Myers si eso me aleja de mi verdadero amor!" "Puedo trabajar y forjarme mi propio destino!" La faz de Ronald Myers adquirió una mueca malvada. "De acuerdo." "Si vas tras ella me encargaré de que su familia y su mediocre empresa vayan a la quiebra." "Y Melissa sabrá que todo fue tu culpa, te parece una mejor idea?" Ahora lo estaba chantajeando! Su amado padre.. Su propio padre lo estaba chantajeando! Totalmente fuera de control, Erik intentó golpear a su padre en la cara con sus puños. Noah Millers se adelantó sujetando el brazo del joven. "Chico, se que te parecerá injusto ahora, pero nosotros somos adultos ya." "Y sabemos que lo que hacemos es por tu bien, de las empresas y las familias!" "Es que acaso no puedes comprenderlo todavía?" El señor Noah forcejea con el joven Erik, quien logra soltarse del agarre del señor Millers. "Tal vez creas que esa muchachita Handen te ama..." "Pero ella puede estar detrás de tu dinero, de tu prestigio, de tu buen apellido..." "De las conexiones empresariales que nos han costado mucho trabajo conseguir." "Creeme, lo hemos visto muchas veces tu padre y yo en el pasado!" Noah intenta dialogar con el joven enfurecido. "Dime algo Erik, en verdad no te atrae para nada mi hermosa hija?" "Celeste es muy bella y ha sido educada para ser la esposa perfecta para ti." "Tu sabes muy bien que ella es graciosa, hábil, inteligente, culta, refinada." "Además de que su imágen y cuerpo han sido moldeados para gustarle a cualquier chico de tu edad." Noah se termina su fino whisky de un solo trago. "Puedes decirme que tiene de especial esa tal Melissa Handen que mi bella hija no posea?" El señor Noah Millers en verdad no comprende que más le hace falta a Celeste para tener la aprobación y agrado del joven Erik. El joven no quería ser grosero con el señor Millers al responderle, por lo que le dió la espalda a ambos odiosos adultos. La verdad es que Celeste, por muy hermosa que fuera, solo despertaba en Erik ese amor tierno como el que sentía por su hermana Emma. Celeste solo era su gran amiga, compañera, apoyo moral, pero jamás podría considerarla su amante, su prometida o esposa. NUNCA. El señor Ronald Myers se sentó de nuevo en su sillón ejecutivo mirando a su amigo Noah Millers. "Sabes muchacho, acabo de tener una brillante idea." El señor Noah Millers observó a su amigo con suspicacia. "Puedes irte a buscar a tu amada Melissa para vivir ese tórrido, desinteresado y apasionante amor que tanto mencionas que sienten ambos." "Tu hermana heredará todo lo que te correspondía a ti por derecho." Erik volteó incrédulo para mirar a su padre. "Porque no llamas a tu amorcito Melissa para contarle que irás por ella para que puedan amarse libremente." "Y no olvides mencionarle que no tienes ni un solo centavo disponible a tu nombre." "Veremos que tanto te ama ella en verdad." El celular caro del señor Ronald voló por los aires. Erik lo atrapó ágilmente con una sola mano. Con gran emoción el joven Myers marcó el número de su amada. La voz melodiosa de la joven Melissa respondió el celular. "Melissa mi amor, soy Erik!" "Por fin puedo amarte libremente!" "Iré cuanto antes a reunirme contigo! "Solo le pediré prestado un poco de dinero a Alexei o Marcus para comprar un boleto de avión para llegar contigo cuanto antes!" La joven permaneció unos segundos en silencio comprendiendo lo que Erik le había dicho. "Erik, tu eres millonario." "Porque tendrías que pedir prestado a tus amigos?" El joven Myers se apresuró a contestarle. "Mi padre me condicionó a que renunciara a mi herencia para poder estar a tu lado y eso hice!" "Te amo Melissa y quiero casarme contigo de inmediato!" Unos segundos de silencio siguieron antes de que la joven Melissa pronunciará la siguiente dolorosa frase. "No hagas nada de eso Erik, no vengas." Frunciendo el ceño, Erik cuestionó a su amor. "Pero, que dices mi amor?" "No te alegras que por fin seamos libres para amarnos sin restricción alguna?" "Si es por el dinero, no te preocupes." "Puedo trabajar para tu padre o conseguir otro trabajo en otra empresa." "Yo puedo hacerte feliz, solo necesito que tu me ames Melissa." Erik rogó por celular. "Erik, tal vez tu malentendiste todo, pero sin tu fortuna..." "Como podrás mantenerme entonces?" "Yo estoy acostumbrada a un estilo de vida caro Erik!" "No pienso renunciar a mis lujos por ti Erik!" Las palabras de su amada Melissa se le clavaron profundamente en el corazón haciéndolo sangrar. "Pero mi amor, tu me dijiste que el dinero no era importante en nuestra relación!" "Tu me dijiste que me amabas a mi..." La siguiente frase de la joven Melissa le congeló el corazón al joven Myers. "Te mentí Erik." "El dinero es toda la vida para mí." Erik soltó el celular de su mano, el cual se estrelló contra el suelo, rompiendose. "Ahora si me crees muchacho?" Lo cuestionó su padre configurando un nuevo celular de modelo mas reciente que había sacado recién de su bolsillo del saco. "No se como, pero estoy seguro de que tu tuviste algo que ver con lo que me dijo Melissa padre..." "Y lo averiguaré tarde o temprano!" Erik estrelló las palmas de las manos en el escritorio de su padre. "Solo una cosa más niño insolente, antes de que salgas a cumplir con tu cometido." El señor Ronald miró a su hijo con desdén. "Si Celeste llega a enterarse de esto, mataré a Melissa y a su familia entera." "Sus vidas dependen de tus acciones esta noche, comprendes?" "Ahora sal y haz lo que se te ordena!" La puerta del despacho se abrió de golpe revelando a un furioso Erik caminar hasta Celeste para tomarla de la mano. "Andando Celeste." "Gracias a tus padres y a los míos puedo cogerte esta noche como de la forma que me plazca." "Tantas veces como yo quiera." "Nadie se interpondrá no te salvara de tener sexo conmigo esta noche." Erik pronunció sus palabras con tanta ironía y crueldad que Celeste se sintió desfallecer. Ella suplicó, lloró, sollozó, pero nada evitó que los dos llegaran a la habitación de Erik. Celeste dejó de hablarle, pues solo había conseguido hacerlo enfurecer mas. Ella se había dado por vencida aceptando su cruel destino a manos de su antiguo amigo. La playera de Erik terminó en el suelo algo rota por la furia del joven. Con sus fuertes manos, Erik hizo jirones la blusa y falda que llevaba puesta Celeste, quien quedó solo en ropa interior ante Él. Celeste jamás imaginó que sería así de aterradora y terrible su primera vez! Erik observó a su amiga aterrada y casi desnuda ante Él. Nada estaba bien. Pero sus padres esperaban que ellos dos tuvieran sexo esa noche para que se cumpliera el contrato que había firmado sin su consentimiento hace tantos años atrás. Celeste al ver que Erik dudaba se envolvió con el edredón de su cama para tapar su casi desnudo cuerpo. Ella corrió a encerrarse al baño de la habitación de Erik para refugiarse en ese lugar. "Celeste, abre la puerta, tenemos que hablar!" Erik golpeaba la puerta con sus manos, pues ya había salido de su momentáneo trance. "No lo haré Erik!" "Vete o me suicidaré!" Celeste se escondió en la tina de baño. Erik comenzó a golpear la puerta con su fuerte hombro para derribarla. Aterrada, Celeste tomó un espejo con su mano, el cual rompió para tomar un pedazo afilado en sus manos. Cuando Erik logró romper la puerta pudo apreciar que Celeste no mentía. Tenía un pedazo de vidrio contra su cuello. Un hilo delgado de sangre comenzó a escurrirle por su clavicula desnuda. "Baja ese pedazo de espejo Celeste!" "No ganas nada haciéndote daño!" Pero Celeste lo ignoró presionando dolorosamente el pedazo contra la delicada piel de su cuello. "Ah no?" "Entonces gano algo si tu me haces daño Erik?" "Es que no te das cuenta de que intentas violarme Erik?" "Como puedes ser tan ruin y despiadado?" Caminando rápido hasta ella, Erik le arrebató el vidrio de las manos. "Eres una gran tonta Celeste!" "Siempre he tenido que protegerte de todo!" "Incluso de ti misma!" Erik arrojó lejos el vidrio para después tomar a Celeste con rudeza en brazos. "Yo jamás te pedí que me cuidaras!" "En verdad jamás te pedí que me vigilaras de todos!" "Pero, ahora te ruego..." "No hagas algo de lo que te arrepentirás más tarde, Erik." "Por favor, no me hagas daño." La niña suplicó con voz lastimera a su conocido atacante. Ella no quería perder su virginidad así. No a manos de su amigo que parecía que ahora la odiaba... ***By Liliana Situ*** Valoro mucho tu opinión
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