Sentada en la sala de la señora Cristina en Villa Greenpoint, Celeste da un sorbo a su té de menta que la amable mujer había preparado para ambas. "Entonces, en el tren conociste a tu esposo, Cristina?" Celeste preguntó emocionada por lo que le había contado la señora Cristina. La niña quería en verdad contarle lo que había atravesado esa noche a manos de su ex amigo Erik, su amigo de toda la vida, desde la infancia... Pero Celeste estaba tan avergonzada que no pudo expresar palabra alguna. Al ver a la niña tan turbada, la señora Cristina siguió contándole lo que había vivido aquella vez cuando huyó de casa para salvar su vida. "Así es Dulce." "Ahí conocí a mi esposo Mauro, un jovencito muy apuesto que por una fortuita y agradable coincidencia viajó en el mismo tren, en el vagón que