Ya han pasado varios días, desde que Tatiana dejo el nido, está instalada en su nuevo apartamento. Su madre, está hecha un mar de lágrimas, pero pronto se le pasará. Mientras tanto Matías la acompaña, en lo que se adapta a su nueva realidad. —¿Cuéntame todo primor, viste a Erick? —No fue a trabajar, de seguro está, con una de sus amantes—expresa Tatiana con recelo. —¿Y eso te fastidia? —pregunta Mati. —No, ya de Erick nada me sorprende. Cuando retorne mañana lo despido. —Huy qué malvada. Pero, es lo menos que se merece por rufián. —No me gusta, actuar de este modo Matías. —Tiene que, ser fuerte Tatiana. No te vayas a rendir ahora, Erick debe recibir su merecido. Que ganas, de darle un puñetazo tengo—apunta Mati desmesuradamente. —¡Matías! —exclama Tati. —Tatiana, ¿no me digas qu