A Tatiana y Marlon, se le había echo tarde platicando. Camino a la casa de Tatiana, la mira de reojos, pero sonriente: —¿Qué me ves Marlon? —pregunta Tatiana con incomodidad. —Lo hermosa que eres—Tatiana se sonroja. —Basta, no tienes por qué hacerlo. —¿Hacer qué? —Decir mentiras, yo tengo espejos Marlon—agacha Tati su tierna mirada. —Puede que lo tengas, pero tu autoestima no te hace justicia. Si te quisieras un poco, notarias tu real belleza. Calla Tatiana, recuerda por un instante las constantes burlas, que recibió en la universidad y a lo largo de su vida, por ser una chica diferente, que solo le gustaba el estudio. Normalmente se mostró como una chica genio. Sin embargo, salió adelante a pesar de todo. Lo único, que su autoestima mermo un poco con tanto desagravio. —¿Marlon cre