Pent-house de Pierre. Tiene Pierre, el sobre en sus manos con los resultados, de la prueba de ADN. Esteban centra su mirada, en el sobre y su ansiedad entra en aumento, aunque dice que no le gusta el chisme, pero por lo visto lo entretiene, su cara de asombro se muestra, ahora muy caricaturesca ja, ja, ja. —Pierre por Dios, abre ese fulano sobre, me tienes con los nervios de puntas—señala y pone su mano en su mandíbula. —Voy—musita Pierre. Velozmente lo abre, lee con cautela y Esteban se le arrima. —¡Pierre! —exclama Esteban maravillado. —No hay dudas siciliano, Erick es mi hijo—arruga Pierre el entrecejo y rueda, su mira de un lado a otro. —Válgame Dios. Siempre insinué sin saber claro, que no era hijo de Salvatore, por lo presumido y mal educado, que es Erick. Aunque a ti tampoco,