Se han regresado todos a la capital italiana, Esteban esperaba con ansias, a su hija y está llega de sopetón. —Tatianita hija, cómo te extrañe—la abraza y la chequea completamente—Tatiana estás más gordita, para el pico hija—menciona con gracia y su madre, quién conoce toda la verdad traga saliva. —Estoy exhausta, pero fue un buen viaje—manifiesta Tati. —¿Cómo está Pierre? —Ese fue a su pent-house papá. —Supongo que, no te dejo a solas con Erick, ¿verdad? —pregunta con recelo y Tatiana lo mira de reojos. —Ya viejo, no atosigues a la niña—rápidamente interviene su cariñosa madre. —Gracias mamá, me voy a descansar. —En un rato subo mi amor—apunta Amanda. De inmediato, Esteban le menciona a su mujer: —Vieja Tatiana está rara, no se la veo distinta—intuye algo extraño en ella. —Tú s