Helena Entró a la casa y mi mamá junto a Fernando ya terminaron de cenar, las botellas están desocupadas, y el rostro que me hacen me da igual, después de ese rato que compartí con Emanuele puedo estar muy dichosa, como quisiera que fuera verdad tenerlo siempre a mi ladito, no puedo perder las esperanzas del todo, para volverme en lo único para él. —¿Puedo saber dónde estabas? Porque hasta donde yo sé soy tu novio, Helena le mentiste a tu mamá diciéndole que yo te había autorizado salir, cuando no fue verdad por favor toma conciencia en las cosas que nos destruyen, de la equivocación que tuviste no aprendiste nada. —Él se lleva la copa llena de vino hacia la boca bebiendo por completo, su mirada tan despiadada me hace prevenir, son tantas las sorpresas que me llevare de parte de él, las