Fernando Ella es tan bella, por fin luego de tanto insistir me dio un si, el mejor de todos, cargado de sinceridad, Helena está comprendiendo cual es el indicado para amar es decir yo, ella con su ternura me logró conquistar, y ahora que la tengo asegurada que ni se le ocurra dejarme, porque un hombre despechado puede llegar a lo peor, el Fernando tierno que hace lo que su princesa le ordena claramente sigo existiendo, pero el dominante debe salir a flote, porque sino me empiezo a imponer en esta relación me convertiré en su títere, por fin la voy a hacer mía, es muy satisfactorio saber que voy a ser el primero, y obviamente el último, lograr tenerla a mis pies y seguramente manejarla con un solo dedo, sería lo más placentero para cualquier hombre. —¿Qué tanto piensas? Te quedaste en s