Emanuele Ni desbaratando todo lo que tengo a mi alrededor me hace sentir mejor, es la impotencia de fallar al no poder conquistar a una mujer, Helena me tiene muy mal de la cabeza, ella se apodera de mi tranquilidad, es una simple novata por encima se le nota, pero no asimilo que tenga una relación con aquel idiota, los dos pertenecen al mismo nivel económico eso está muy claro, sé que yo estoy para otra clase de mujeres, esas que dicen si para todo, y continúan con todas mi órdenes dadas, observó la caja fuerte está repleta de dinero, pero soy infeliz, entra uno de mis hombres sin tocar la puerta, sacó el arma y apuntó hacia ese sitio, él levanta sus brazos y muy asustado me dice “no señor” la bajó muy despacio y con la frialdad que permanece en mi mirada lo observó. —Señor, lo solici