Me acomodo en el medio de los dos, con las manos estiradas Emanuele está como un gallo fino buscando pelea, pero él no viene solo y obviamente sus hombres no lo dejaron golpear, por eso tengo temor Fernando se está arriesgando todo por sobresalir, supongo que mi opinión no vale de nada, regresar a ser su novia será un infierno hasta ahora lo estoy conociendo. —Le advierto Fernando déjela, ella tiene la decisión, además usted es un patán me asombra como se escabullen las cucarachas, para que no las vean. —Emanuele cada vez habla más duro, su voz está gruesa muy diferente a la que él tiene, a esto le temo que la rabia le tape la visión. —A mí no me hable como un amigo igualado, porque usted debe ser más falso y torcido, sobre todo. —Lo minimiza Fernando, algo que va a prender la discordia