Camino por los pasillos, y al igual que la vez que pase se escuchan cosas muy aterradoras, pero procuro no prestar atención, este escenario no es el que busco para presenciar, me encuentro con la nana, ella me abraza y empieza a realizar sonidos de felicidad muy fuerte.
—¿Usted como esta? —Soy amable, esta señora aparte de tener ese don en sus manos para cocinar, tiene un corazón envidiable, en el que solo cabe cariño para entregar como sea.
—Bien, espérame Helena y ya mismo voy corriendo donde el joven Emanuele, para que así pare todo lo que está haciendo. —Ella me sonríe y camina hacia la oficina, no la voy a detener, le tengo demasiada confianza y ahora que nos convertiremos en novios, espero que él sienta lo mismo que yo, porque en mi alma ya estoy suspirando, me hace tanta falta o
