Elias. —Llegamos. —¿Llevo a la nena?. —Si por favor. —bajo con la torta en una mano y una bolsa con facturas y bizcochos salados, Mai baja con mi hija y la mochila de ella. —Pero si tu papá te viste preciosa Eve. —Papá. —me apunta sonriendo. —Si, tu papi esta ahí. —Mi amor. —le tiro un beso cosa que la hace avergonzarse—. Te amo amor mio. —Mai. —Martin esta en la puerta mirándonos—. Ya se me estaba hirviendo el agua. —Hay mucho trafico. —camino atras de ella nervioso, por primera vez voy a ser presentado, le da un abrazo a su papá y Martin le agarra la mano a mi hija. —Hola bella mujer. —mi hija se apoya en el hombro de Mailen sonriendo—. ¿Cómo estas Elias?. —Muy bien, ¿y usted?. —Bien, no me esperaba que vinieras, pero me alegra que des la cara solo. —Doy la cara sin problema