Narrador Omnisciente: “Maldita sea, creo que me pasé” Ese era el pensamiento de cierto hombre de cabello azabache y ojos azules que se paseaba de un lugar a otro pareciendo agobiado y consternado. ¿La razón? Pues en un momento de ira e impulsividad le dijo palabras hirientes a su esposa y ahora no soportaba el cargo de consciencia. Sí, así era Magnus Kleys, impulsivo por naturaleza y bastante irascible. Había tenido un agotador día de trabajo lo cual lo había llevado a acumular gran cantidad de estrés y, al llegar a su hogar, las constantes quejas de su amante lo habían hecho enojar todavía más y la que pagó toda esa ira fue nada más y nada menos que Leaht Kleys, su esposa. Magnus se encontraba en su despacho, pues había ido allí para tranquilizarse y, ahora que estaba más lúcido, reco