Narrador Omnisciente: ...—Por supuesto que está trabajando muy duro… En ese momento se escuchó resonar una seductora voz femenina en tono sarcástico y todos voltearon a ver de quién se trataba. El señor y la señora Wilson rápidamente fruncieron su ceño y se escandalizaron profundamente al contemplar aquella vista que les generaba malestar. Era su hija Amanda quien había llegado a la fiesta, pero… —¡Por Dios, Amanda!— exclamó alarmada la señora Aqua al ver a su hija— ¿No leíste la invitación? ¿¡Por qué vienes vestida así!? Iba enfundada en un muy sensual vestido rojo, tan rojo como la sangre misma. El vestido de mangas cruzadas tenía escote corazón que dejaba entrever el valle de los voluptuosos senos de la mujer castaña, agraciándola todavía más se ceñía a la perfección a su esbelta f