43. Una dulce decisión Angelo Es increíble pero me sudan las manos mientras voy manejando para recoger a Vana. No recuerdo una sola vez que haya invitado a una chica que no fuera Reny a a una cita. Traté de verme lo mejor posible pues lo más seguro es que Vana se vea espectacular. Es una mujer demasiado hermosa. Tanto que siento que soy feo a su lado y eso que soy el más guapo de los tres amigos jeje. Mientras voy en el camino, veo que hay una florería y me detengo. Creo que ya están cerrando, así que preparo mi mejor sonrisa para que no me cierren la puerta en las narices. —Buenas noches señora. —La mujer que está de espaldas voltea a verme y me sonríe. Creo que mi encanto sigue intacto. —Buenas noches, ya cerramos. —Pongo cara de congoja y la mujer se conmueve. —Pero puedo